Gabriela Mastrogiovanni, propietaria del Café del Sol, ubicado en el Parque de Santa Ana en Mérida, recibió un documento de la firma C&L Attorneys, la cual representa a Starbucks para que retirara de su menú el nombre de “frappuccino” y toda las palabras que fueran similares fonéticamente, pues se trata una marca registrada de la franquicia estadounidense desde 1994.
La reacción de Gabriela Mastrogiovanni fue de nervios, pero más tarde Café del Sol emitió un comunicado señalando que, derivado de la «invitación» de Starbucks a retirar de su menú la palabra Frapuccino y todas sus variantes, cambiarían el nombre de la bebida a “Frappé de Café”.
En cuestión de minutos la publicación se hizo viral, con cientos de vistas y comentarios a la publicación y también sugerencias de nombres para la bebida.
“Ahora estamos aprovechando una ola de que, digamos, un gigante miró para abajo y nos vio y aquí estamos nosotros y estamos aprovechado para que nos sigan viendo, que nos visiten, prueben el café; somos una casa tostadora de café que traemos de Chiapas, de Motozintla, una cooperativa de pequeños productores”.
“A raíz de la publicación empezaron a surgir estos nombres tan creativos y ya estamos lanzando una convocatoria, pues para que nos pongan en nuestro muro y vamos a elegir”, indicó.
De los nombres que han surgido como sugerencias está El Innombrable, Un ya sabes cual, Frapucho, FrapuKinO, Frapetissimo, Granizado de café, Frapechito, Frapazzo, entre muchos otros.
Gabriela narró que esta carta enviada por el corporativo en un inicio fue un trago amargo, pero al final es algo que le viene muy bien al café que ha venido batallando por la pandemia y la falta de clientes, ya que llegó hace tres años de su natal Uruguay a Mérida, con la intención de emprender e invirtió todo su dinero en la cafetería, pero llegó la pandemia y todo se complicó.