Organizaciones respaldan a extrabajadores de Por Esto! tras renuncias por violencia laboral

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¡Colectivos y exempleados del periódico Por Esto!, en todas sus ediciones que se publican en la Península de Yucatán y la Ciudad de México, han unido sus voces para denunciar la violación de sus derechos laborales y humanos que ejerce dicha casa editorial.

A través de la Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores contra la Precarización Laboral Tenemos Que Hablar, se ha publicado un pronunciamiento en el que las víctimas exponen que el periódico Por Esto!, propiedad de Mario Renato Menéndez Rodríguez, se niega a pagar salarios completos, a respetar contratos y a generar cargas de trabajo insostenibles, que obligan a la clase trabajadora a renunciar.

La organización expone que la violencia verbal por parte de Dévora Ruth Cordero Álvarez, directora editorial y dueña de algunas acciones del periódico, han sido tan graves que han llevado a que algunas y algunos trabajadores hayan tenido en la mente la idea de quitarse la vida, también hay quienes han tenido síntomas de parálisis facial, ansiedad crónica y otros padecimientos de salud por el estrés.

“Devora Ruth Cordero Álvarez, que además de la capataz es dueña de algunas acciones en el medio, ha sido denunciada por hostigar a los colegas a toda hora. Uno de los señalamientos que ha recibido es el de hacer trabajar a los colegas con jornadas extenuantes que inician a las 8 de la mañana y concluyen a las 2 de la madrugada. Aun así, Cordero Álvarez se ha tomado la libertad de marcarles a las 3:00 am para continuar el hostigamiento”, expone el pronunciamiento.

Amparado en todo tipo de artimañas, el finiquito que por ley se debe entregar a los trabajadores que afectados por el estrés laboral renuncian, “llega sólo en los casos en los que Devora Ruth Cordero Álvarez lo autoriza. De otra manera las personas encargadas de la administración y de recursos humanos dan largas y se escudan en que no tienen conocimiento de lo que pasa para no entregar el dinero que a las trabajadoras y trabajadores corresponde”.

“En algunos casos y ante la insistencia de las personas afectadas de que se les deposite lo que se les debe, reciben amenazas, tratos aún peores y en ocasiones cheques que les son rechazados en bancos por situaciones tan lamentables como tener firmas falsas o pagos que no corresponden por su antigüedad”, cita el pronunciamiento.

Cabe recordar que, a finales de 2021, salió a la luz un tuit en el que los trabajadores mostraban su rechazo a la implementación de un código de vestimenta que pretendía violar los derechos humanos de los trabajadores y ejercía discriminación al solicitar que los trabajadores con tatuajes los cubrieran con su vestimenta, además de exigir a las empleadas usar falda con el corte por debajo de las rodillas y sin transparencias.

 

Aunado a estos problemas, a la dicha casa editorial se le señala por “albergar” a acosadores, tal es el caso del editor web, Ramón Alfaro Martínez y el jefe de redacción de Campeche, Mauricio Poo Bonilla, quienes han sido señalados por acoso sexual.

En el caso de Ramón Alfaro Martínez, editor web, quien salió del Heraldo de México tras señalamientos de acoso sexual, mientras que Mauricio Poo Bonilla fue un acosador en Mérida, Yucatán y para no despedirlo fue trasladado a Campeche.

 

 

 

Tras un litigio mercantil en el que se hallan los hijos de Mario Renato Menéndez, las instalaciones de Por Esto! en Chetumal y en Ciudad del Carmen, Campeche, fueron embargadas por orden de un juez en la capital del país, según informó Proceso.

La respuesta en ese momento de la directiva del medio fue que los gobernadores de Quintana Roo, Pedro Joaquín González, y de Campeche, Layda Sansores San Román, estaban detrás del embargo a sus instalaciones en ambas entidades.

Medios locales de Quintana Roo señalan que directivos de Por Esto! despidieron a decenas de trabajadores de Chetumal que dejaron sin pagar una liquidación. Cuando los ex empleados se asesoraron para defender su derecho, Por Esto! los contrademandó acusando abandono de trabajo para no pagar a periodistas que durante años laboraron en ese periódico.