En el marco del Seminario 4:20 “Cannabis, derechos y regulaciones; casos Argentina y México”, convocado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el especialista de la Universidad de Buenos Aires Maximiliano Carlinis abogó por la separación del derecho penal del cannabis y su pronta regulación, considerando que ya es necesario abordar el tema.
Carlinis habló de la importancia de regular el consumo de cannabis y planteó que, al igual que en otras partes del mundo, se debe abordar desde la perspectiva medicinal. Hizo hincapié en la necesidad de separar la regulación del cannabis de otras sustancias como el alcohol y el tabaco, que son responsables de numerosas muertes, mientras que el cannabis no presenta riesgos similares.
El experto señaló que en Argentina, el 27% de la población consumió o consume cannabis en 2023, lo que equivale a aproximadamente 11 millones de personas, situándose como la tercera droga más utilizada después del tabaco y el alcohol. Carlinis dijo que es importante escuchar a la población consumidora al elaborar proyectos de ley, evitando la imposición de moral privada.
Al abordar la cuestión cultural en la regulación del cannabis, Carlinis afirmó que cada nación debe encontrar la forma más adecuada de llevar a cabo la regulación, destacando que es una lucha global. En el caso de México, mencionó la importancia de evitar la concentración del mercado en manos de la iniciativa privada para prevenir la formación de monopolios o cárteles.
Juan Palomino, de la Universidad de Morón, Argentina, quien coordinó el libro “Cannabis cuestión de derechos” junto con Carlinis, destacó el crecimiento del negocio del cannabis debido a la creciente demanda de consumo.
Argumentó a favor de la legalización del uso adulto (recreativo) del cannabis como una lucha global, citando ejemplos de países como Tailandia que han experimentado beneficios económicos y turísticos al legalizar el cannabis. En el caso de Brasil, señaló la necesidad de políticas públicas que acompañen la legalización para contrarrestar el negocio del narcotráfico, que cuenta con 40 millones de usuarios en el país.